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 Anibal Maria de Francia / Annibale Maria Di Francia - Sacerdote

El Padre San Aníbal María De Francia

Fundador de los Padres Rogacionistas del Corazón de Jesús y de las Hijas del Divino Celo; obtuvo de Dios la gracia de tratar íntimamente con Luisa Piccarreta durante los últimos 17 años de su vida, de 1910 a 1927 (el Padre de Francia murió el 1ro de Junio). El conocimiento de Luisa Piccarreta fue para él un acontecimiento trascendental en su vida, y la manifestación de la Divina Voluntad fue decisiva para su espiritualidad, la cual llegó a ser el centro y el culmen. Muy frecuentemente se le podía encontrar visitando a Luisa, de la cual fue confesor extraordinario, y en los últimos tiempos fue designado por S.E el Arzobispo de Trani como Director de los asuntos relacionados con los escritos de Luisa Piccarreta, en vista a una publicación, y fue nombrado censor eclesiástico en la Arquidiócesis de Trani, Barletta y Bisceglie.

De inmediato comenzó la impresión de « Las Horas de la Pasión », escrito por Luisa Piccarreta entre 1913 y 1914. El fue quien le dio el título. Hizo cuatro ediciones (1915, 1916, 1917 y 1921), las cuatro con el Nulla Osta y el Imprimatur. Diversos testimonios narran que un día llegó el Padre a la casa de Luisa, particularmente contento, y contó cómo le había llevado este libro a S.S. San Pío X (por el cual había sido recibido muchas veces en audiencia privada); estaba leyéndole al Santo Padre una Hora de la Pasión (la de la crucifixión), cuando este lo interrumpió diciendo: « Así no, Padre, de rodillas se debe leer; es Jesucristo quien habla. »

El Padre quería iniciar la publicación de los volúmenes de Luisa Piccarreta, para los que obtuvo del Arzobispo la promesa del Imprimatur; y por su parte se dispuso a preparar la impresión. La Divina Providencia detuvo la publicación, primero con la muerte del Padre, al que se le agotó el tiempo para publicar los volúmenes; y años después, cuando el confesor de Luisa preparaba nuevas publicaciones, con el decreto de prohibición y puesta en el "Indice" (de libros prohibidos por la Iglesia) de los tres libros de Luisa Piccarreta que habían sido publicados. Del Padre de Francia existen, además de sus cartas a Luisa, el prefacio que escribió para « Las Horas de la Pasión », y otro inédito, para los volúmenes que no llegó a imprimir; son un testimonio de primerísimo orden y de los más bellos.

Aun una última noticia de su relación con Luisa Piccarreta. Deseaba que entrara en una de sus casas (los Orfanatos de San Antonio), para ser maestra y modelo para las religiosas y de las huérfanas; su intención era llevarla al orfanato femenino de Trani, pero Luisa le dijo que no podía, porque el señor la había destinado a Corato... Y he aquí que por ese entonces le fue dada una donación al Padre de un terreno en Corato, en donde poder fundar una nueva casa, y un año después de su muerte, Luisa fue llevada allí, bajo la obediencia de su confesor D. Benedetto Calvi, quien daba así cumplimiento al deseo expreso del Padre de Francia.

 

Maravilloso intercambio espiritual (fuente: www.difracia.net)

Además de ser su confesor extraordinario en 1926, el Padre Aníbal fue encargado directamente por el arzobispo Mons. Giuseppe M.Leo a través de decreto regular, como Censor Eclesiástico para las publicaciones de sus tres diócesis tre diocesi Trani, Barletta e Bisceglie, y por tanto, de manera particular para la revisión de todos los escritos que hasta el momento Luisa había escrito y que el mismo Padre Di Francia comenzó a publicar después de haber obtenido el Imprimatur del Arzobispo.

En una carta, San Aníbal le recuerda a Luisa "haber obtenido jurisdicción sobre usted, en relación con sus escritos y con la publicación de los mismos; de administrarlos, es decir, de disponer sobre dicha publicación, como considere justo" (Palabras suyas). El Padre Aníbal gozó de una confianza ilimitada por parte de Mons. Leo, como se evidencia en la abundante documentación. Esta actividad lo ocupó de manera continua hasta casi distraerlo de sus compromisos de fundador: "Sepa que yo ya no me ocupo casi para nada de otras cosas de mis institutos, desde que me he dedicado a la gran obra de la Divina Voluntad. Hablo de ella con personas espirituales, me entretengo sobre este asunto con quien mejor puedo, hago la mayor propaganda que puedo, incluso en mis institutos".

También la confianza de Luisa en el Padre Aníbal fue ciega. Su amistad e intensas relaciones de espiritualidad y de santa imitación están documentadas en la abundante correspondencia que mantuvieron por más de 17 años. "Virgen del Señor y paloma herida que busca a su Señor", la definía así San Aníbal. "Padre de inmensa prole", lo llamaba Luisa, aludiendo a su rol de fundador y padre de una multitud de pobres y huérfanos. No es posible dudar que ambas almas de Dios se hayan influenciado mutuamente comunicánose tesoros de gracia e intuiciones que el señor había fecundado en sus almas.

El Padre Aníbal posteriormente se consolidó en el celo por el misterio de la pasión de Jesús y en el ejercicio de la Divina Voluntad. Esto, hasta el punto de poner por obra, en 1926, una iniciativa de la Divina Voluntad: la Pía Unión universal espiritual, titulada Hijos de la Divina Voluntad.

El fruto y la memoria de esta significativo sodalicio es el instituto antoniano femenino de las Hijas del Divino Celo en Corato. La casa, inaugurada el 7 de octubre de 1928 por Mons. Giuseppe Leo, fue consagrada por el padre Rogazionista Pantaleone Palma a la Divina Voluntad, según la voluntad del Padre Aníbal que le había pedido al mismo Padre Palma que se interesara por dicha casa. El día mismo de la inauguración, la madre general de las Hijas del Divino Celo, Sor Cristina Figura, quiso que Luisa Piccarreta hiciera su ingreso al instituto. Llevada por la Superiora General junto con algunas hermanas del consejo y Sor Cecila, superiora de la naciente casa, Luisa hizo su ingreso el 7 de octubre de 1928 acompañada también por Don Benedetto Calvi y fue puesta en una habitación contigua a la capilla sacramental. Desde allí podía participar en la Santa Misa y ver muy bien el altar y la sagrada custodia del Santísimo Sacramento.

El más reciente encuentro entre estas dos santas almas se tuvo el 19 de mayo de 1998 con el paso de la insigne reliquia del corazón incorrupto de San Aníbal por la sede de la Asociación de Luisa en Corato.


(Fuente: www.difrancia.net, postulador general).