Suscríbase: Subscription

Vidas de Santos

Santoral Católico

Informativo diario - ACI

Informativo diario - ACI


Cargando widget...
Enlaces de la Santa Sede

Magisterio de la Iglesia

Santa Sede


chicos.divvol.org






Mapa del Sitio


Capítulos sobre San Luis Gonzaga


Patrono mundial de la juventud
(memoria obligatoria el 21 de junio)

Santo patrono de la Sieva de Dios Luisa Piccarreta

Traducidos al Español



VOLUMEN XIX

Junio 21, 1926 » San Luis fue una flor que surgió de la Humanidad de Nuestro Señor, abrillantada por los rayos del Divino Querer. Las almas que poseerán el reino de la Divina Voluntad tendrán su raíz en el Sol de Ella.

Esta mañana habiendo recibido la santa Comunión, según mi costumbre la he hecho en la Santísima Voluntad de Dios, ofreciéndola a mi amado San Luis; no sólo la Comunión, sino todos los bienes que hay en la Santísima Voluntad de Dios para su gloria accidental. Ahora, mientras esto hacía, veía que todos los bienes que hay en el Querer Supremo, como tantos rayos de luz, rayos de belleza y de varios colores, inundaban al amado santo, dándole una gloria infinita y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me dijo:

"Hija mía, Luis es una flor y un santo brotado de la tierra de mi humanidad y abrillantado a los reflejos de los rayos del Sol de mi Voluntad, porque mi humanidad, si bien santa, pura, noble y unida hipostáticamente al Verbo, era tierra, y Luis, más que flor brotó de mi humanidad puro, santo, noble, poseyendo la raíz del puro amor, de modo que se puede ver escrito en cada hoja de su flor: "Amor". Pero lo que lo vuelve más bello y deslumbrante son los rayos de mi Voluntad, a los cuales estaba siempre expuesto, estos rayos daban tanto desarrollo a esta flor, que la hacían singular en la tierra y en el Cielo. Ahora hija mía, si Luis es tan bello porque brotó de mi humanidad, ¿qué será de ti y de todos aquellos que poseerán el reino de mi Voluntad? Estas flores no surgirán de mi humanidad, sino que tendrán su raíz en el sol de mi Voluntad, en ella viene formada la flor de su vida, crecen y surgen en el mismo sol de mi Voluntad, el cual, celoso de estas flores las tendrá eclipsadas en su misma luz; en cada hoja de estas flores se verán escritas todas las especialidades de las cualidades divinas, serán el encanto de todo el cielo y todos reconocerán en ellas la obra completa de su Creador."

Pero mientras esto decía, mi dulce Jesús se abría su pecho y hacía ver dentro un sol inmenso, en el cual debía plantar todas estas flores, y era tanto su amor y celo hacia ellas, que no podía hacerlas surgir fuera de su humanidad, sino dentro de él mismo.





VOLUMEN XXVI

Junio 27, 1929 » Regalo a San Luis.

Habiendo recibido la santa comunión, la estaba ofreciendo para gloria de San Luis, y le ofrecía como regalo todo lo que había hecho Nuestro Señor en su Divina Voluntad con su mente, con sus palabras, obras y pasos, para la gloria accidental de San Luis en el día de su fiesta. Ahora, mientras esto hacía, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me dijo:

"Hija mía, regalo más bello no podías hacerle en el día de la fiesta del querido San Luis, conforme tú ofrecías tu comunión y todos mis actos hechos en mi Divina Voluntad, se formaban tantos soles por cuantos actos hice yo en ella estando sobre la tierra, y estos soles han revestido a San Luis, de modo que ha recibido tal gloria accidental de la tierra, que no podía recibir más. El solo ofrecimiento de los actos hechos en mi Divina Voluntad, tiene virtud de formar soles, porque conteniendo ella la plenitud de la luz, no es de maravillarse que convierta los actos humanos hechos en ella en soles."





VOLUMEN II

Junio 20, 1899 » Cómo todo está en el amor.

Continúa casi siempre lo mismo. Esta mañana, parece que Jesús ha querido aliviarme un poco, después de que por algún tiempo he ido en busca de él. De lejos vi a un niño y como rayo que cae del cielo acudí; en cuanto llegué lo tomé entre mis brazos y viniéndome la duda de que no fuera Jesús le dije:

"Tesorito mío querido, dime, ¿quién eres?"

Y él: "Yo soy tu querido y amado Jesús."

Y yo a él: "Niñito mío hermoso, te pido que tomes mi corazón y lo lleves contigo al paraíso, pues junto con el corazón se irá mi alma."

Parecía que Jesús tomase mi corazón y lo unía de tal manera al suyo, que se hacían uno solo. Después se ha abierto el cielo, pareciendo que se preparaba a una fiesta grandísima; en el mismo momento descendió del cielo un joven de hermoso aspecto, todo centelleante de fuego y llamas. Jesús me dijo:

"Mañana es la fiesta de mi querido Luis, debo asistir."

Y yo: "Entonces a mí me dejas sola, ¿cómo haré?"

Y él: "También tú vendrás, mira qué bello es Luis; pero lo que más lo distinguió en la tierra, fue el amor con el cual obraba, todo era amor en él, el amor le ocupaba el interior, el amor lo circundaba en el exterior, así que también el respiro se podía decir que era amor, por eso de él se dice que no sufrió jamás distracción, porque el amor lo inundaba por todas partes y por este amor será inundado eternamente, como tú ves."

Y así parecía que era tan grande el amor de San Luis, que podía incinerar a todo el mundo. Después Jesús añadió:

"Yo paseo sobre los montes más altos y en ellos formo mi delicia."

Yo no entendí el significado, y él continuó diciendo:

"Los montes más altos son los santos que más me han amado, y yo hago de ellos mi delicia cuando están sobre la tierra y cuando pasan al cielo, así que todo está en el amor."

Después de esto le pedí a Jesús que me bendijera a mí y a aquellos que en ese momento veía, y él, dando la bendición desapareció.